Salmo 91: La protección de Dios para sus hijos

Son días convulsionados los que estamos viviendo. Males han azotado al mundo, pues a la crisis económica mundial que ha afectado la estabilidad financiera de millones de familias, ahora se nos suma la ya famosa gripe porcina, la cual ya ha cobrado vidas humanas y amenaza con expandirse a nivel mundial.

El miedo se apodera de los habitantes de Ciudad de México, epicentro de esta enfermedad, y a medida que el virus se expande, el miedo también se extiende por todo el mundo.

Y esto es sólo principio de dolores (Mateo 24:8)… entonces, ante el peligro inminente, ¿Qué haremos? ¿Cuál será nuestro refugio? ¿Dónde estaremos seguros?

La respuesta es clara para todo cristiano: Dios.
En Dios estamos seguros y confiados, pues Él cuida a los que le aman, y esta promesa la encontramos en diversos pasajes bíblicos, y resulta especialmente ilustrativo el pasaje que encontramos en el Salmo 91.

Dejando de lado las supersticiones religiosas que a algunos les impulsa a leer este salmo de manera repetitiva como una especie de mantra, o a dejar la Biblia abierta con este pasaje encima del velador, les invito a repasar este hermosa y poderosa palabra de Dios:

“El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.”
(Salmo 91:1)

¿Quiénes son los que habitan al abrigo del Altísimo? Los que han recibido a Jesús como único Señor y Salvador de sus vidas, es decir, los que han sido hechos hijos de Dios (Juan 1:12). No todos los seres humanos están bajo su cobertura, y aunque Él tiene sus brazos abiertos para recibir a todos, así y todo muchos no quieren venir a Él para tener vida (Juan 5:40).

“Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.”
(Salmo 91:2)

La declaración del salmista revela su fe en el Dios que ofrece un refugio seguro como un castillo. Es una convicción que sólo los escogidos de Dios poseen.

“El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.”
(Salmo 91:3-6)

Dios es capaz de resguardar a sus hijos de todos los temores que nos pueden afectar, incluyendo lazos o trampas de malhechores, pestes, guerras, pestilencias y mortandad, tal cual estamos presenciando por estos días. Su verdad actúa como escudo protector, y su palabra es verdad, y la verdad es Jesucristo (Juan 14:6).

“Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos.”
(Salmo 91:7-8)

Podrán sucumbir muchos a nuestro alrededor, sin embargo, Dios guardará a los suyos, tal como Dios libró a su pueblo Israel en medio de las plagas de Egipto. Con nuestros ojos veremos el pago de los obradores de maldad.

“Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación”
(Salmo 91:9)

¿Y por qué Dios habría de librarnos? La respuesta está en este versículo: Porque nuestra esperanza no está en los hombres, ni en el dinero, ni en nuestras capacidades personales; sino sólo en Dios. Además hemos permitido al Altísimo que haga morada en nuestro corazón, pues hemos recibido al Espíritu Santo, el cual mora en nosotros, y nuestro cuerpo es su habitación y su templo (1 Corintos 3:16).

Si alguno no pone toda su confianza en Dios, ni tampoco ha hecho de su cuerpo templo de su Espíritu, no puede recibir su protección.

“No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.”
(Salmo 91:10-12)

Como espíritus ministradores enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación (Hebreos 1:14), los ángeles se encargarán de resguardar nuestras vidas, alejando muchos peligros. Así y todo hay algunos “creyentes” con guardaespaldas humanos, pero ¿qué mejor que los ángeles defensores que acampan alrededor de los que temen a Dios? (Salmo 34:7) ¿Quieres un buen guardaespaldas? Teme a Dios y lo tendrás.

“Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.”
(Salmo 91:13)

Dios ha puesto toda potestad a los pies de su hijo Jesucristo, y por Él nosotros somos más que vencedores ante toda fuerza del diablo. Por Cristo, hemos recibido potestad por sobre toda fuerza del enemigo y nada nos dañará (Lucas 10:19)

“Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.”
(Salmo 91:14-16)

Ahora es Dios el que toma la palabra y nos promete ponernos en alto, otorgarnos respuesta a nuestras peticiones (Juan 14:14), su compañía en momentos de aflicción y salvarnos de todo mal. Finalmente veremos la salvación de Dios, y todo esto por cuanto pusimos todo nuestro amor en Él (Deuteronomio 6:5), nuestra confianza y fe en Él, y le recibimos para que hiciese morada en nuestro cuerpo.

Para evitar que el virus u otro mal afecte tu vida y a los tuyos, toma todas las medidas recomendadas por las autoridades de tu ciudad, pero aparte de eso, lo más eficaz es que recibas a Cristo como tu único Señor y Salvador de tu vida, y Él te dará su protección, y aún perdiendo tu vida terrenal por cualquier circunstancia, estarás confiado, pues tendrás vida eterna.

¿En qué o en quién tienes tu confianza hoy? ¿Has recibido a Jesús para que sea tu Señor y Salvador? ¿Estás bajo al cobertura del Todopoderoso?

Recíbelo hoy, y pasarás a heredar las promesas que Dios tiene sólo para sus hijos, y pase lo que pase, estarás confiado y tranquilo.

Dios te bendiga

Dogmas evangélicos

Un dogma se puede definir como una doctrina declarada como cierta e indudable, es decir, no admite cuestionamientos ni explicaciones sobre su veracidad.

Hoy en día, existen muchas enseñanzas rondando por diversas congregaciones que tienen poco de bíblico. Comprobamos el cómo una gran variedad de frases han salido por púlpitos, afirmando que son bíblicas, cuando realmente no lo son.

Para tener una pureza doctrinal delante de Dios, creo que es imprescindible el cuestionamiento de todas las cosas que involucran nuestras creencias, es decir, hacernos la pregunta ¿Esto es bíblico? ¿Es de Dios? ¿Por qué?

Cuando nos atrevemos a dudar sobre alguna enseñanza que alguna vez nos dieron, y confrontar con la Biblia dichas enseñanzas, nos encontraremos con diferentes reacciones entre nuestros consiervos: unos reaccionarán a la defensiva, y otros, con mansedumbre y buena voluntad.

Resulta que muchos han tendido a tomar la primera postura, esto es, a la defensiva contra todo aquel que se atreva a preguntar, cuestionar o dudar sobre determinada enseñanza.

Al que pregunta y se atreve a cuestionar una doctrina dogmática se le tiene como a un endemoniado, como a alguien que se dejó arrastrar por vientos de doctrina diversos, por escuchar muchos predicadores de la radio, por estar metido en Internet, por no orar, etc.

Hemos vuelto a los tiempos de la inquisición católica romana, pero en las esferas del cristianismo evangélico.

¿Por qué algunos no son capaces de responder a cuestionamientos con sabiduría y mansedumbre? Pueden haber diversos motivos, pero creo que el mayor es el temor (no el temor de Jehová), el miedo a ser confrontado con su ignorancia en cuanto a su solidez bíblica… en definitiva… el temor a ser descubiertos en una doctrina equivocada; el temor a tener que reconocer que predicaron durante años algo errado.

Por poner un ejemplo, veamos lo que pasa con la doctrina de la Trinidad. Es cosa de darse vuelta por algunos foros y darse cuenta que cuando alguno pregunta sobre este tema, el foro se vuelve en un tribunal inquisidor. También ocurre con los que profesan el unicitarismo, con los dualistas, etc, etc. Son muy pocos los que son capaces de responder con mansedumbre y sin menospreciar a nadie.

La Biblia es clara en cuanto a cual debe ser nuestra actitud hacia las personas que dudan sobre alguna cosa, pues ¿qué dice Judas 1:22? A algunos que dudan.. ¿condenarlos? (“demonio tiene”) ¿reprenderlos? (“¡Arrepiéntete de tu duda!”) ¿ungirlos? (así le saldrá el demonio preguntón) ¿orar por ellos? (“Pobre de ti”) ¿menospreciarlos? (“No se te ha revelado como a mi”) ¿mandarlos a orar? (“Yo no te tengo que responder, pídeselo a Dios”)
¡NO! La respuesta correcta es: ¡convecedlos!

“A algunos que dudan, convencedlos.” (Judas 1:22)

Pero claro, para convencer a alguien, se debe tener argumentos… para tener argumentos se debe leer la Biblia, para entender la Biblia se debe orar… y lo más fácil para muchos es condenar al preguntón, y de esa manera sofocará todo intento de rebelión de estudio bíblico entre el pueblo.

Y la Biblia nos manda a que debemos estar preparados para responder a cada cuestionamiento con razones:

“… estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;” (1 Pedro 3:15)

Nótese que las “razones” no son del tipo “yo siento”, o “yo soñé”, “me fue revelado”, etc. Las razones son argumentos bíblicos. Y si a eso le añadimos la mansedumbre y reverencia…. ¡Vaya que son pocos los siervos de Dios!

Entonces, los argumentos van con razones. Sin razones, no se pueden responder preguntas, y sin responder preguntas, no se convence a los que dudan.

¿Qué harás tú con los que dudan?

Por lo menos yo en este año me he visto en la necesidad de poner temas que son controversiales, pero necesarios para una verdadera sana doctrina. Muchos se lo van a tomar a mal (espero que no), pero a todos mis amigos les pido que me comprendan en cuanto a esto, y que ante toda pregunta o tema sensible, reconozcamos siempre la verdadera respuesta de Dios en la Biblia.

Dios te bendiga

Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios

Cuando predicamos el evangelio, estamos convencidos que su Palabra hará la obra en aquellos que han de recibir a Jesucristo como su Señor y Salvador, pues sabemos que la fe viene por el oír la palabra de Dios (Romanos 10:17), y su palabra jamás volverá vacía (Isaías 55:10-11), pues el poder de la palabra de Dios se manifiesta cuando ésta es predicada tal cual es.

Por lo tanto, cuando decimos: “Escrito está…”, y leemos la Biblia con fe y oración, su palabra hará una obra invisible a nuestros ojos, pero tocará las almas de un modo que muchas veces no nos dimos cuenta.

Por lo tanto, si vamos a hablar, debemos hacerlo conforme a las palabras de Dios; como está escrito:

Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.” (1 Pedro 4:11)

Si Dios nos da un don especial en el habla, lo que hablemos y prediquemos tiene que estar conforme a las palabras de Dios, y no fuera de aquello. Esto no sólo se refiere a que nuestros temas de predicación tienen que estar correctamente orientados en la doctrina bíblica, sino que también en cuanto al momento en que declaramos “Escrito está…”

Y es en este punto en donde se escuchan de labios de muchos predicadores, frases que poco y nada tienen que ver con la Biblia, aún cuando estos afirman que sus declaraciones son palabras citadas textualmente de las Escrituras, cayendo desgraciadamente en la ignorancia y en la mentira.

Diversas frases he escuchado desde púlpitos hasta simples conversaciones con hermanos, en donde se ha dicho “como dice la Biblia…”, seguido de una frase con un texto alterado, inventado o sacado de otro lugar, como por ejemplo:

Alteraciones de textos:
1) Al momento de pasar la ofrenda, muchos dicen: “Dios bendice al dador alegre”, y es: “Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7).
A pesar de que no es algo tan terrible, llama la atención cómo es que se ha dado la situación en que uno deforma un texto, y después varios otros siguen el ejemplo, demostrando que se conforman con sólo oír al predicador, repitiendo todo lo que él dice, sin leer la Biblia.

2) En el “Padre nuestro” a veces se menciona: “Hágase tu voluntad en el cielo, como en la tierra”, y es: “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” (Mateo 6:10).
Una diferencia sutil, pero importante ¿Cómo se hará en el cielo la voluntad de Dios de la misma manera que en la tierra, la cual está bajo el maligno?

Textos inventados:
Existen frases y dichos populares que corresponden a invenciones que suenan muy bíblicas y de hecho, varias tienen razón en sus planteamientos, así como otras no. Sea como sea, muchos asumen que son bíblicas frases como:

“Predicador, predícate a ti mismo.”
“Ayúdate que yo te ayudaré.”
“En la obediencia está la ganancia.”
“Si no oramos tres veces al día, seremos borrados del libro de la vida.”

Textos no bíblicos:
También se mencionan textos que están escritos en otros lugares fuera de la Biblia, siendo muy recurrente mencionar alabanzas de los himnarios evangélicos pentecostales, como por ejemplo:

“Caminando, caminando
Por el mundo de dolor
Dirigimos nuestros pasos
Al palacio del Señor.” (Alabanza 284 del Himnario Evangélico – Chile)

“A ti alma, te digo despierta,
No desoigas de Cristo el llamado,
Hace tiempo Él golpea a tu puerta,
Y te dice abandona el pecado.” (Alabanza 312 del Himnario Evangélico – Chile)

Muchos de los que pronuncian estas frases, y los que los escuchan, creen que son palabras escritas en la Biblia.

Advertencia

Es interesante notar que si alguien se empeña en agregar más palabras a lo que ya está escrito en la Biblia, tiene la siguiente advertencia:

“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.” (Apocalipsis 22:18)

Seamos más fieles y preocupados al momento de mencionar la palabra de Dios, y que nuestras palabras sean conforme a lo que realmente está escrito, para que el poder de la palabra del Señor se manifieste. La próxima vez que escuches a alguien decir: “Como dice la Biblia…”, compruébalo; y la próxima vez que tú digas “Escrito está… ”, ten cuidado de tus palabras, y asegúrate que sea como está escrito.

Dios te bendiga.

Conspiración contra las Sagradas Escrituras

Así como se titula este post, es el título del libro que recomiendo en esta ocasión, cuyo contenido es digno de ser leído, estudiado y analizado por todos aquellos que se interesan en la verdad de una de las versiones de la Biblia más confiables y recomendadas de habla hispana, pero a la vez, una de las más puestas en tela de juicio a medida que avanzan los tiempos y se crean nuevas versiones: La Reina – Valera (RV).

Hace mucho tiempo que quería comentar respecto a este tema, y si bien, ya han pasado años, creo que este texto sigue y seguirá vigente, puesto que la apostasía y el movimiento ecuménico seguirán tendiendo lazos para desacreditar a la RV.

César Vidal Manzanares, un prolífico escritor, juntamente con Domingo Fernández, nos entregan este documento que expone aspectos importantes a tener en cuenta a la hora de elegir entre una versión de la Biblia y otra. Los autores dan amplio crédito a la Reina Valera, específicamente tratándose de las versiones 1909 y 1960, aparte de poner al descubierto las grandes falencias y herejías de las nuevas versiones basadas en el texto griego compilado por Wescott y Hort, corregido por Nestlé-Aland, como es el caso de la “Versión Popular”.

Un libro interesante, que además puede ser compartido en su formato electrónico, siempre y cuando sea para fines educativos y formativos, y no mercantiles.

Una verdadera conspiración que hace mucho tiempo que se ha estado moviendo, la cual no debe ser ignorada por el pueblo de Dios.

Como está escrito:

“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.” (Lucas 21:33, RV60)

Descárgalo en el siguiente link (archivo pdf):
http://www.estudios-biblicos.org/estudios/conspiracion.pdf

¡Dios te bendiga!

José Luís de Jesús Miranda: ¿Por qué él?

Hace un poco más de un año que aquí se publicó un tema referente al falso profeta José Luís de Jesús Miranda, artículo que recibe comentarios de personas que han planteado sus puntos en acuerdo o en desacuerdo a su postura.

En aquel artículo, hasta el día de hoy ya se han recibido más de 170 comentarios, por lo cual, a un año de abrir éste tema, considero oportuno abrir un nuevo post con el fin de acaparar los nuevos comentarios acá, descongestionando el post anterior.

Y para esto, considero que no hay nada mejor que empezar éste nuevo artículo con una interrogante muy básica:

¿Por qué “Jesucristo hombre” es José Luís de Jesús Miranda y no otro ser humano? ¿No podría ser yo mismo o cualquier otro que dice serlo?

Aún considerando que fuese verdad esa fabulesca creencia de que Jesucristo tenía que venir en un hombre que tenía que enriquecerse; suponiendo que todo esto fuese verdad, la pregunta es: ¿Por qué fue él el elegido y no otro ser humano? Si hay muchos que han afirmado ser Jesucristo, ¿Por qué creerle a él? ¿Por qué los demás mienten pero él es el verdadero?

Espero recibir respuestas de parte de muchos seguidores de éste hombre, que sé que abundan entre las visitas de éste blog.

Muchas veces en la historia, hombres y mujeres se han alzado y se han autoproclamado como grandes enviados de Dios para realizar sus propios deseos. Con el tiempo, quedan al descubierto y son reconocidos como charlatanes o falsos profetas por todo el mundo.

¿Ejemplos? Hay por millares. Así ocurrió en el pasado con José Smith, quién aseguraba haber recibido una “revelación” de parte de Dios para predicar otro evangelio, cuya trascendencia sigue vigente por la secta de los mormones. Por otra parte, William Marrion Branham se consideraba a sí mismo como el séptimo ángel del Apocalipsis y el último gran profeta con el espíritu de Elías, en tanto que actualmente podemos ver como el coreano Sung Myung Moon se autoproclama “el Mesías”. Estos ejemplos son sólo para mencionar algunos que dicen haber recibido una revelación, o que dicen ser algo, pero que al final todo es mentira.

¿Será Miranda uno de ellos, o éste si que es el verdadero? Y si es el verdadero ¿Qué pruebas hay de ello?

Si alguien le cree a Miranda sólo por lo que él dice, pues con la misma lógica tendría que creerme a mí también si el día de mañana se me ocurre autoproclamarme como “Neo, el elegido”, o como “El gran Líder y amo incuestionable del mundo entero”.

Y por cierto, también debería creerle a Smith, Branham, Moon, y a otros que se han proclamado profetas, como “el profeta de Peñalolén”, que volvió a hacer noticia en estos días por mi país.

¡Espero respuestas! Bendiciones…

Artículos relacionados:
José Luís de Jesús Miranda ¿Quién es?

No siento… ¿o no creo?

Una de las frases que más he escuchado en muchas personas que asisten regularmente a iglesias evangélicas (por lo menos acá en Chile), es la típica “no siento”, seguida de una frase que da a entender que es lo que no sienten, por lo regular, un verbo.

Este dicho sentimental se presenta en las más variadas circunstancias, entre las cuales podríamos mencionar:

No siento de ir a predicar
No siento de ir a la iglesia
No siento de bautizarme
No siento de ofrendar
No siento de ir a visitar

¿Te imaginas que tu padre llegara a fin de mes a tu casa, con el dinero de la paga de su trabajo, y dijese: “No siento dar el dinero para mi familia, mejor lo gasto con mis amigos”?

¿Y que tal si tu jefe te pide que le entregues un informe de ventas del mes, y tú recostado sobre tu escritorio le dices muy tranquilamente: “Jefe, no siento hacer ese informe”?

¿O si tu profesor te pide que le entregues la tarea que acordaron entregar hoy, y le dices: “lo que pasa es que no sentí hacer mi tarea”?

Estas tres últimas situaciones tienen algo en común respecto a los primeros enunciados, y algo que las separa: Las últimas son semejantes a las primeras en lo absurdo y porque todas representan una evasión a una obligación; pero son distintas porque sólo las primeras ocurren en la vida real (¡salvo raras excepciones!).

Y es que ese es el punto: Muchas de las cosas sobre las cuales se dice “no siento…”, no son acciones optativas, sino obligatorias.

Es decir, en la Biblia encontramos mandamientos, los cuales deben ser cumplidos. De tratarse de asuntos optativos sujetos al sentir de cada cual, ya no serían mandamientos, sino consejos o sugerencias. Pero ese no es el caso.

Toda obligación incumplida tiene su consecuencia: El padre que no provee a su familia y se va a gastar el sustento familiar con sus amigos, armará un grave conflicto familiar y su eventual ruptura. El empleado que no cumple con entregar su informe por no sentir hacerlo, es despedido, y el alumno que no entrega su tarea es mal calificado.

Las cosas se hacen por obediencia a los mandatos de Dios, no por que a mi se me da la gana con un sentimiento antojadizo y demoníaco. Si en verdad hacemos las cosas “por amor a Dios”, pues debemos hacer lo que Él nos manda.

“Si me amáis, guardad mis mandamientos.” (Juan 14:15)

El sentir para hacer es algo que suena atractivo para muchos; la escena espectacular de un fuego ardiendo en el corazón y una voz atronadora que viene del cielo diciéndonos: “¡Anda a predicar!”, es algo que muchos esperan para obedecer.

Sin embargo, si queremos oír una voz espectacular, que mejor que la voz de Dios en la Biblia, la cual declara el mandamiento de ir a predicar (Marcos 16:15), de congregarse (Hebreos 10:25), de bautizarse (Marcos 16:16), de ofrendar (1 Corintios 16:1-4), de ir a visitar a los que se encuentran en necesidad (Mateo 25:43), etc.

Si eres de los que desde hoy vivirán un evangelio movido por convicciones más que por emociones, pues te felicito. Pero el que insiste en “no sentir”, pues vaya que sí va a sentir las llamas del infierno… pues en realidad, el problema no es que no sienta, sino que no cree a lo que Dios manda en la Biblia.

Dios te bendiga

Requisitos del obispo de la Iglesia

Para establecer a los ministros que tienen la función de supervisar, vigilar y administrar el rebaño de Dios, esto es, a los obispos, pastores o ancianos, se debe seleccionar a aquellos hermanos que tengan el anhelo de serlo (1 Timoteo 3:1), y que además cumplan con una serie de requisitos, con el fin de tener seguridad de que su nombramiento sea producto de la voluntad del Espíritu Santo y no de un mero capricho humano.

El obispo no debe ser necesariamente un hombre perfecto y sin pecado, pues tal hombre no existe; pero de todos modos, este hombre al menos debe cumplir con los siguientes requisitos que se exponen a continuación.

Según 1 Timoteo 3:1-7, y Tito 1:5-9, es necesario que el obispo sea:

1.- Irreprensible
Un obrero aprobado que no tiene de qué avergonzarse (2 Timoteo 2:15).

2.- Marido de una sola mujer
Aparte de exigirse su condición de casado, a no ser que tenga don de continencia (1 Corintios 7:9), no puede estar casado con más de una mujer. Así y todo, hoy en día existen pastores divorciados y casados por más de una vez.

3.- Sobrio
Persona templada, moderada, sin adornos superfluos.

4.- Prudente
Moderado y cauteloso en su actuar.

5.- Decoroso
El obispo debe tener honra, estimación y respeto entre los que le conocen.

6.- Hospedador
Debe ser solícito en cuanto a acoger personas en su hogar, así como nos exhorta Hebreos 13:2.

7.- Amable
Debe ser digno de ser amado, demostrando afabilidad, complacencia y afectuosidad. Una persona con la cual se sienta bien su compañía.

8.- Apacible
Tranquilo y manso ante toda provocación, así como Moisés era considerado el más manso que todos los hombres que había sobre la tierra. Posteriormente Jesucristo mismo nos enseña “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29).

9.- Amante de lo bueno
El que ama lo bueno, se empeña en hacer lo bueno.

10.- Justo
Sus actos y juicios deben ser justos, mostrando repudio por la injusticia de todo tipo, no dando aval a situaciones injustas.

11.- Santo
En comunión con Dios y apartado del mundo (Santiago 4:4-5).

12.- Dueño de sí mismo
Ser dueño de sí mismo incumbe todos los aspectos del dominio propio, tanto en lo espiritual, emocional y carnal. Por ejemplo, si el aspirante a obispo tiene serios problemas para controlar su apetito y come en exceso, no tiene dominio propio y no es dueño de si mismo (Romanos 13:13).

13.- Apto para enseñar
No basta con tener conocimiento, sino que éste se debe entregar de una manera tal que se comprenda, y para que ello ocurra, el obispo debe tener el don de enseñanza y exhortación (Romanos 12:6-8).

14.- Retenedor de la palabra fiel
El obispo debe retener la palabra tal como ha sido entregada, con el fin de enseñarla con toda su pureza, sin añadirle ni agregarle a lo que está escrito.

15.- No soberbio
Esto es, no debe ser altivo; que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener (Romanos 12:3).

16.- No iracundo
El obispo no puede dejarse dominar por la ira, la cual tiene que estar fuera de todo creyente (Efesios 4:31).

17.- No dado al vino
El obispo no puede ser alcohólico.

18.- No pendenciero
En su personalidad, el obispo no puede ser dado a riñas.

19.- No codicioso de ganancias deshonestas
El obispo no puede tener (ni desear) ingresos monetarios cuyas fuentes son deshonestas, fraudulentas o ilegales.

20.- No avaro
El obispo no debe tener el afán desordenado por poseer y adquirir riquezas para atesorarlas, sino que debe ser dadivoso.

21.- No un neófito
El obispo debe ser un hombre experimentado, con experiencia y trayectoria en la vida cristiana.

22.- Debe gobernar bien su casa
Así como esté el hogar del obispo, así estará la iglesia que pastoree, pues “el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?” (1 Timoteo 3:5).

23.- Debe tener a sus hijos en sujeción, que sean creyentes y que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.
Así como enseña a sus hijos en su hogar, así enseñará a la iglesia. De este modo, si los hijos son desordenados y rebeldes, los creyentes de su iglesia también lo serán. Es por esto que es necesario que antes de nombrar a un obispo a cargo de una iglesia, se analice el hogar de éste y a sus hijos, pues así como son ellos, así será la iglesia que administre.

24.- Debe tener buen testimonio de los de afuera
Es necesario que el obispo sea bien visto por “los de afuera”, es decir, por los que no son creyentes, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo. Lamentablemente, algunos ministros ejercen el obispado con el descrédito de los no creyentes debido a algún pecado cometido en el pasado, cuyas consecuencias tuvieron fuertes repercusiones, dando lugar para que el evangelio sea blasfemado, y a la vez, dando motivos (no justificables delante de Dios) para el no acercamiento de estos a la iglesia.

¿Muchos requisitos? No lo creo, pues tales características son las que debe tener todo cristiano que tiene frutos del Espíritu, en mayor o menor medida, pero deben estar presentes completamente en los que anhelan el obispado.

¿Es usted obispo? ¿Cumple con todos estos requisitos? ¿En tu iglesia se cumple este mandato bíblico? ¿Anhelas ser obispo o pastor? Bien haces, pero cumple con lo que Dios te pide.

En muchos casos se obedece a visiones y sueños al momento de nombrar a un obispo, pero si éste no cumple con estos requisitos ¿Se contradice Dios entre sus revelaciones y su palabra?

¡Bendiciones!

Paul Washer predica un ¡escandaloso y bíblico mensaje!

Hace unos pocos días atrás, Dolly McCabe nos envió un mensaje por este medio para compartir un video con un alto grado de verdad. Sí, esa misma verdad que nos hace libres, la verdad del evangelio de Jesucristo, tan camuflada por los modernos y populares predicadores que han salido por estos tiempos…

Estoy hablando de un video con la predicación del pastor misionero Paul Washer (Director del ministerio HeartCry Missionary Society), el cual emite un mensaje de casi una hora a unos 5.000 jóvenes, los cuales fueron testigos de un mensaje poco común, sorpresivo, remecedor, en donde se emitieron palabras tan extrañas en los púlpitos de hoy en día como “santidad” o “arrepentimiento”… ¡y aún más! Incluso se menciona a “el mundo”, esa tan censurada palabra que raramente se escucha…

Una fuerte crítica a la sociedad cristiana estadounidense, la cual vive envuelta en una nube de mundanalidad, sin conocer ni preocuparse por la santidad ni por predicar el arrepentimiento y perdón de los pecados a los perdidos (por acá se ve la misma situación…).

Un mensaje impopular que arremete sorpresivamente entre los falsos profetas cuya especialidad son las fábulas que alaban los egos de las multitudes, con una buena dosis de filosofía oriental, positivismo, mercadotecnia, prosperidad material, éxito, aplausos, razas de campeones, etc.

Bueno, sin más, aquí va… está en inglés, pero subtitulado en español.

Por el camino angosto – Paul Washer from RELACIONORELIGION on Vimeo.

Recomiendo este video, fue de bendición para mi vida, y espero que lo compartas tú también. Dios te bendiga.

Por cierto, no puedo dejar de mencionar al pastor Chuy Olivares, y su serie “El verdadero evangelio”, recomendada desde Lumbrera, imperdible.

Según ha trascendido, los pastores que organizaron el evento juvenil se escandalizaron con la predicación del pastor Paul, y por lo tanto, jamás sería invitado nuevamente.

Amigo… ¿Qué harías tú? ¿Predicarías la verdad aunque te odien?
Bendiciones…

Proyecto de Ley No Discriminación atenta contra la predicación en Chile

¡Atención pueblo cristiano de Chile! En estos días se está tramitando en el Senado un proyecto de ley que establece medidas contra la discriminación, que de aprobarse con todas sus demandas, implicaría un grave problema para los predicadores de la Biblia.

El proyecto entraría en una instancia decisiva y final durante el presente mes de Octubre en el Senado.

El problema mencionado, está centrado en el tema de la discriminación hacia los homosexuales, en donde de aprobarse este proyecto, eventualmente podría afectar a todos los pastores y predicadores de la palabra del Señor cada vez que citen y exhorten las Escrituras en pasajes que tratan sobre el homosexualismo, los cuales podrían ser castigados con multas en dinero, e incluso, con presidio menor.

¿En qué consiste este proyecto de ley?

Este proyecto busca establecer medidas contra la discriminación, no solamente en cuando a homosexuales u otras orientaciones sexuales, sino que involucra a todas las personas en su diversidad de sexo, raza, etnia, etc.

El proyecto, impulsado por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), fue ingresado para su tramitación parlamentaria el 22 de marzo del 2005.

No vamos a entrar en detalle con el proyecto en sí (al final de este artículo adjunto links en donde se analiza el proyecto en forma muy completa), pero aquí van algunos datos de interés:

Proyecto de Ley: “Establece medidas en contra de la discriminación”. (PLEMD)
Boletín Número: 3815-07
Ingresado el: 22-03-2005
Para ver el proyecto de ley original, descargar aquí.

Para conocer más detalles sobre este proyecto en cuanto a su tramitación, avances, indicaciones, informes, etc., visita este link: http://sil.congreso.cl/pags/index.html, y busca por el número de boletín antes indicado (3815-07).

¿Cuál es el problema para los cristianos?

¿No discriminación? Claro, suena bien, y a pesar de que abarca muchos aspectos positivos, hay algunas cláusulas que son directamente perjudiciales contra la Iglesia del Señor.

¿Cuales?

Primero, véase lo ambiguo que es el término “discriminación” en el artículo 3:

Artículo 3°.- Para efectos de esta ley se entenderá por discriminación toda distinción, exclusión, restricción o preferencia arbitraria, por acción o por omisión, basada en la raza, color, origen étnico, edad, sexo, género, religión, creencia, opinión política o de otra índole, nacimiento, origen nacional, cultural o socioeconómico, idioma o lengua, estado civil, orientación sexual, enfermedad, discapacidad, estructura genética o cualquiera otra condición social o individual.

Se da lugar a que prácticamente cualquier situación pueda interpretarse como “discriminación”.

Segundo, véase la incorporación de “género” y “orientación sexual” en el listado de motivaciones discriminatorias sancionadas:

Título III – Norma penal especial
Artículo 9°.- Incorpórase al artículo 12 del Código Penal, el siguiente numeral 21 nuevo:
“21ª Cometer el delito por una motivación discriminatoria fundada en la raza, color, origen étnico, edad, sexo, género, religión, creencia, opinión política o de otra índole, nacimiento, origen nacional, cultural o socioeconómico, idioma o lengua, estado civil, orientación sexual, enfermedad, discapacidad, estructura genética o cualquiera otra condición social o individual.”.”.

Tercero, véase la incorporación del siguiente artículo al PLEMD:

1 bis. De los delitos contra la igualdad de las personas, en dignidad y derechos.
Artículo 137 bis. El que por cualquier medio, realizare manifestaciones o expresiones destinadas a promover el odio o la violencia, respecto de un grupo o colectividad en razón de su etnia, de su raza, sexo, género, orientación sexual, religión, ideología o nacionalidad, será penado con presidio menor en sus grados mínimo a medio.

Teniendo en cuenta estos artículos, un grupo de pastores [1] que estudiaron a fondo el tema, entre otras cosas, llegaron a la siguiente conclusión:

Predicar contra la “orientación sexual” de los homosexuales, rehusarles membresía en nuestras iglesias mientras no se arrepientan y se alejen de su pecado o no permitirles enseñar a nuestros niños en la escuela dominical podrá ser catalogado como “expresiones destinadas a promover el odio o la violencia”.

Para ejemplificar esta conclusión, basta con mencionar el caso de Ake Green, pastor sueco que fue condenado a prisión en el año 2005 por predicar y exhortar el pasaje bíblico de 1 Corintos 6:9-10 que dice así:

“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”. (1 Corintios 6:9-10)

Su predicación fue considerada una “instigación al odio” e “incitación a la violencia”.

Una situación similar a esta fue la vivida el año pasado por el Ministerio Evangelístico Cruzada de Poder, en donde el pastor Marcos Morales predicó sobre el tema del homosexualismo a la luz de la Biblia, en plena plaza de Armas de Santiago. Ante esto, grupos homosexuales realizaron una contra manifestación, desatándose focos de violencia y hasta terminando con la quema de una Biblia.

Si el PLEMD hubiese sido ley antes de este incidente, estos hermanos hubieran sido condenados por “instigación al odio y a la violencia”, siendo que en verdad sólo predicaron lo que la Biblia dice.

¿Por qué no se pronuncian en contra los dirigentes evangélicos más conocidos?

Existen muchos líderes evangélicos que prefieren no pronunciarse respecto de estos temas, pues simplemente se han “vendido” a la fama y a la política.
Para qué hablar sobre los que se encuentran “representando” a la iglesia evangélica en La Moneda… sencillamente ninguno de los personajes que participaron en el Te Deum evangélico tiene convicciones bíblicas; antes, se venden al sistema, moderan su mensaje, y hasta se encuentran a favor del PLEMD.

¿Qué puede hacer el pueblo de Dios?

Como los señores que “representan” a la iglesia evangélica en el gobierno en realidad NO nos representan a la gran mayoría de los cristianos evangélicos del país, y se encuentran a favor de todo esto, las distintas agrupaciones cristianas debemos tomar la iniciativa:

– Oremos
– Informémonos
– Abramos instancias para manifestarse en contra.
– Formulario de firmas.

El consejo de pastores que estudió el proyecto [1] ha puesto a disposición de todos los que quieren manifestarse en contra del PLEMD, un formulario de firmas para todos los mayores de edad. Este formulario puedes imprimirlo y repartirlo en tu iglesia: Descárgalo aquí.

El Ministerio Cruzada de Poder se encuentra recolectando firmas con este formulario en la Plaza de Armas de Santiago, todos los lunes a las 20:00 hrs., mientras predican la palabra en dicho lugar como siempre lo han hecho.

Cristo viene

Sabemos que el tiempo se acerca y que los días de Sodoma y Gomorra vienen a nuestra sociedad, pero mientras tengamos fuerzas, seguiremos levantando la voz para predicar la palabra de Cristo, seguiremos siendo la luz del mundo, la sal de la tierra. Nos esforzaremos y actuaremos en lo que sea necesario:

“… mas el pueblo que conoce a su Dios se esforzará y actuará.” (Daniel 11:32)

Dios te bendiga

Enlaces y referencias:

[1] Comisión de Pastores para el análisis del Proyecto de Ley no discriminación:
http://discierne.blogspot.com/

Blog con un completo análisis del proyecto de ley desde el punto de vista jurídico y cristiano.

La Unión de Pastores de la Provincia de Osorno y el Proyecto de Ley sobre la no discriminación
http://romanos1-22-32.blogspot.com/

Blog informativo dedicado a este tema.

Declaración de fe

En este apartado describo 12 puntos en los cuales creo, para un mayor conocimiento de la tendencia doctrinal que se manifiesta en cada línea de este blog.

La doctrina que creo es 100% bíblica. Si hay algo de lo que estoy seguro, es que creyendo en la Biblia podemos respirar tranquilos. ¿Para que inventar doctrinas, tradiciones o palabras que no están en la Biblia? Es mejor estar seguros.

1. Dios: Creo en Dios Padre, en su Hijo Jesucristo y en el Espíritu Santo, y estos tres son uno (1 Juan 5:7).

2. La Biblia:
Creo que la Biblia contiene la única infalible palabra de Dios en sus 66 libros canónicos. La Biblia está completa y no es necesario agregar nada más para nuestra salvación (2 Timoteo 3:14-17).

3. La perdición y la salvación: Creo que el hombre una vez que ha pecado está perdido y necesita un salvador, el cual es únicamente Jesucristo. Jesús salvará al pecador arrepentido una vez que éste le reciba como su Señor y Salvador, recibiendo la purificación de todos sus pecados por la sangre de Cristo derramada en la cruz (Romanos 3:23; 6:23; 10:8-10).

4. El bautismo: Creo en el bautismo por inmersión en las aguas, para el perdón de los pecados, y en el bautismo en Espíritu Santo (Hechos 2:38; 11-16).

5. La fe salvadora y las obras: Creo que la salvación viene por la fe y no por las obras, aunque la fe sin obras es muerta (Tito 3:4-5; Santiago 2:26).

6. Un mediador: Creo que solamente existe un mediador entre Dios y los hombres, el cual es Jesucristo. Jesús es el único camino al Padre y no hay otro intercesor (1 Timoteo 2:5; Juan 14:6).

7. Iglesia: Creo en la Iglesia que el Señor mismo instituyó, la cual es su cuerpo, es indestructible y está conformada por la unidad de los creyentes (Mateo 16:18; 1 Corintios 12:27).

8. Santidad: Creo en la santidad como norma de vida cristiana, sin la cual nadie verá al Señor (Hebreos 12:14).

9. El poder de Dios: Creo en los milagros, señales y prodigios; en el poder de la oración, en la manifestación sobrenatural del Espíritu Santo (Marcos 16:17-18).

10. Los dones y ministerios:
Creo en la repartición de dones sobrenaturales y ministerios, por obra del Espíritu Santo, para los miembros de la Iglesia (1 Corintios 12).

11. Segunda venida de Cristo: Creo en la venida de Cristo por segunda vez a este mundo, el arrebatamiento de su Iglesia y de su juicio a las naciones (2 Tesalonicenses 1:7-10; 1 Tesalonicenses 4:15-17; Hebreos 9:28; Apocalipsis 1:7).

12. Cielo e infierno: Creo en la existencia literal del cielo y de infierno (Lucas 12:5; Apocalipsis 21, 22).

En el listado faltan muchas cosas, o más bien, falta ahondar en cada punto, pero esto es sólo para hacernos una idea nada más.

Que el Señor Jesucristo les bendiga a todos.