Hermenéutica bíblica: de lo explícito a lo implícito, de lo claro a lo oscuro

En la Biblia podemos encontrar pasajes que son fáciles de comprender y otros difíciles. Un error sería empezar a darle forma a una doctrina a partir de textos de difícil comprensión, sin tomar en cuenta lo más claro y explícito de las Escrituras.

Es este tema el que vamos a desarrollar a continuación: Nuestras segunda regla de hermenéutica bíblica para interpretar teniendo en cuenta un orden correcto: desde los pasajes explícitos y claros en primer lugar, para después llegar a los más complicados, implícitos y/ oscuros.

Lo explícito: lo claro y directo en la Biblia

Una enseñanza explícita es aquella que se presenta de forma clara y textual, sin dejar lugar a dudas sobre su significado. Su objetivo es transmitir un principio, hecho o argumento de manera comprensible para cualquier lector.

La Palabra de Dios fue revelada en un lenguaje humano, claro e inteligible, con el propósito de que todos puedan comprenderla y aplicarla. Como dice la Escritura:

“Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos… muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas” (Deuteronomio 30:11-14).

Ejemplos de enseñanzas explícitas

  • Elías y Eliseo (2 Reyes 2):
    • El arrebatamiento de Elías al cielo (v.11).
    • La sucesión de Eliseo en el ministerio (v.14).
    • La confirmación del ministerio de Eliseo por medio de milagros (v.15).
  • La muerte de Lázaro (Juan 11):
    • Jesús aclara explícitamente a sus discípulos: “Lázaro ha muerto” (v.14).
  • La conversión de Pablo (Hechos 9):
    • Saulo perseguía a los creyentes (v.2).
    • Cristo glorificado se le aparece y transforma su vida (v.3-5).
    • Jesús declara su llamado: llevar su nombre a gentiles, reyes e Israel (v.15).

Lo implícito: lo que se deduce en la Biblia

Una enseñanza implícita no se expresa de manera literal, sino que se deduce por inferencia lógica a partir del contexto, la relación con otros textos y el mensaje global de la Biblia.

Ejemplos de enseñanzas implícitas

  • Elías y Eliseo (2 Reyes 2):
    • Elías fue llevado al cielo sin morir como los demás hombres.
    • Eliseo recibió la doble porción del espíritu de Elías.
  • La resurrección de Lázaro (Juan 11):
    • Jesús demuestra su deidad mediante su omnisciencia.
    • Dios tenía un propósito mayor al permitir la muerte de Lázaro.
    • El cuerpo de Lázaro ya estaba en descomposición, confirmando el milagro.
  • La conversión de Pablo (Hechos 9):
    • Dios llama y usa a quien quiere, como Señor soberano.
    • La luz que cegó a Pablo representa la gloria de Cristo.
    • Los cristianos temían a Saulo por su fama de perseguidor.

Principios prácticos para aplicar esta regla

  1. Lo implícito siempre debe estar subordinado a lo explícito.
  2. Lo implícito jamás contradirá un principio explícito en el mismo pasaje.
  3. Ninguna inferencia implícita puede oponerse a un texto explícito en otro lugar de la Biblia.
  4. No se debe construir doctrina sobre un pasaje oscuro o aislado, a menos que esté respaldado por enseñanzas explícitas claras.

Desde lo claro hacia lo oscuro

La Biblia es clara respecto a la santidad de la vida, el matrimonio, la oración, el amor al prójimo, la resurrección y la vida eterna, etc. Pero con el avance del ser humano, lógicamente surgen temas que son propios de nuestro tiempo y que no es posible encontrarlos claramente en la Biblia. Entre estos temas encontramos la donación de órganos, anticonceptivos, aborto, eutanasia y la clonación.

¿Podemos abordar estos temas? Sí, lo haremos de manera implícita a partir de principios eternos que son claros y explícitos.

Ejemplo: el aborto

  • Explícito: “No matarás” (Éxodo 20:13).
  • Implícito: La vida es un regalo sagrado de Dios y comienza desde la concepción. En la Biblia no encontraremos de manera explícita “no abortarás”, pero sí encontraremos que el ser humano en el vientre es reconocido como una persona a la cual Dios ya conoce y santifica antes de nacer (Jeremías 1:5).

Conclusión

  • Lo explícito: lo que la Biblia enseña clara y directamente.
  • Lo implícito: lo que se deduce del contexto y principios generales.
  • La regla: siempre debemos ir de lo explícito a lo implícito, de lo claro a lo oscuro.

De esta forma, toda doctrina difícil se aclara cuando se estudia a la luz de aquellas enseñanzas claras, establecidas y con fundamento bíblico sólido.