En días en donde muchos jóvenes inician una nueva etapa al entrar a la educación superior, muchos padres y aún sus propios hijos manifiestan un grado de temor al momento de preguntarse ¿Qué va a pasar conmigo cuando ingrese a la universidad? ¿Seguiré siendo cristiano?
Y es que a estos jóvenes se les ha platicado de testimonios sobre casos de otros jóvenes cristianos, los cuales, al entrar a la universidad se fueron de la Iglesia, y ya no siguieron el camino de Cristo, en pos de filosofías humanas o vanas diversiones. De hecho, en algunas encuestas el ingreso a la universidad es uno de los motivos por los cuales los jóvenes abandonan las congregaciones cristianas.
Algunos pastores, incluso, ya han considerado una verdadera amenaza a toda institución de educación superior, y exhortan a padres y a hijos a no concurrir a ellas.
Pero por supuesto, el motivo del ingreso a la universidad no es la causa por la que algunos jóvenes desisten de seguir adelante en la Iglesia, sino que lo que ocurre en el interior de cada joven universitario. Y es que en dichas instituciones se pueden presentar amenazas que van desde las tentaciones que ofrece el mundo, hasta el ataque de las doctrinas cristianas que sofocan la fe de algunos.
En el ambiente de estudio universitario, se respira un ambiente de reflexión que llevan a preguntas y respuestas de todo tipo, en las más variadas esferas de la vida del ser humano. Es un lugar en donde las ideas de diverso tipo circulan y se difunden entre todos sus miembros… inclusive las ideas ateístas o de doctrinas sectarias, las que están muy de moda por varios de estos círculos.
Allí, nuestros jóvenes son entrenados para pensar y razonar, y a generar un grado de intolerancia hacia las respuestas sin fundamento; es decir, el “porqué sí” ya no es aceptable como una respuesta a las dudas de estas personas.
¿Qué pasa con nuestros jóvenes cristianos en esos lugares?
Es ahí en donde se pone a prueba la convicción de sus creencias en la fe cristiana. Es ahí en donde pueden crecer o morir espiritualmente, es un campo de batalla, sólo apto para personas preparadas para ello.
¿Cuándo el joven esta preparado?
Simplemente cuando ya no tiene temor de perder su fe. En este caso, ya se ha generado una convicción, con la cual el cristiano puede compartir su fe, debatir y responder preguntas con confianza y seguridad en quién ha creído. Aquel joven tiene claro su primer amor: Dios por sobre todas las cosas. Al amar a Dios, aquel amor echa fuera todo temor, pues como dice la Biblia:
El joven debe ser perfeccionado en el amor de Dios, pues en el amor no hay ningún temor. Pero, ¿Cómo amaré a quien no he conocido? Y es aquí en donde recién hemos llegado al verdadero problema de fondo: Los jóvenes universitarios que renuncian a su fe cristiana, lo hacen porque no amaron a Dios, pues nunca le conocieron, y por esta causa se alejan del Camino, pues nunca tuvieron convicciones que les afirmasen en su fe al momento de enfrentar argumentos ateístas o de diversas corrientes ideológicas anti cristianas.
El desafío esta puesto: Es el deber de las familias cristianas y de la Iglesia, la preparación de sus hijos y jóvenes para enfrentar el mundo de la universidad. Los líderes deben abrir espacios para enfrentar esta situación y poder afirmar a estos jóvenes, orientándolos y respondiendo a sus inquietudes de una manera convincente, para que ellos, a su vez, puedan llevar el evangelio a sus compañeros de estudio.
Para nuestra preparación existe muchos recursos que están a nuestro alcance, y entre ellos no quiero dejar pasar la oportunidad de la recomendación que nos hace Orlando Inagas, sobre este sitio, el cual tiene material bastante útil orientado precisamente a jóvenes estudiantes.
Líderes y padres: Prepárense para preparar a sus jóvenes, ya que ante tantas ideologías, la firmeza de la doctrina bíblica que ustedes le traspasen a sus jóvenes verán su fruto...
Joven: Si te has decidido a entrar al mundo de la educación superior, no importando cual sea el título profesional al que aspiras, siempre ten firme la profesión del evangelio:
Dios te bendiga.
Y es que a estos jóvenes se les ha platicado de testimonios sobre casos de otros jóvenes cristianos, los cuales, al entrar a la universidad se fueron de la Iglesia, y ya no siguieron el camino de Cristo, en pos de filosofías humanas o vanas diversiones. De hecho, en algunas encuestas el ingreso a la universidad es uno de los motivos por los cuales los jóvenes abandonan las congregaciones cristianas.
Algunos pastores, incluso, ya han considerado una verdadera amenaza a toda institución de educación superior, y exhortan a padres y a hijos a no concurrir a ellas.
Pero por supuesto, el motivo del ingreso a la universidad no es la causa por la que algunos jóvenes desisten de seguir adelante en la Iglesia, sino que lo que ocurre en el interior de cada joven universitario. Y es que en dichas instituciones se pueden presentar amenazas que van desde las tentaciones que ofrece el mundo, hasta el ataque de las doctrinas cristianas que sofocan la fe de algunos.
En el ambiente de estudio universitario, se respira un ambiente de reflexión que llevan a preguntas y respuestas de todo tipo, en las más variadas esferas de la vida del ser humano. Es un lugar en donde las ideas de diverso tipo circulan y se difunden entre todos sus miembros… inclusive las ideas ateístas o de doctrinas sectarias, las que están muy de moda por varios de estos círculos.
Allí, nuestros jóvenes son entrenados para pensar y razonar, y a generar un grado de intolerancia hacia las respuestas sin fundamento; es decir, el “porqué sí” ya no es aceptable como una respuesta a las dudas de estas personas.
¿Qué pasa con nuestros jóvenes cristianos en esos lugares?
Es ahí en donde se pone a prueba la convicción de sus creencias en la fe cristiana. Es ahí en donde pueden crecer o morir espiritualmente, es un campo de batalla, sólo apto para personas preparadas para ello.
¿Cuándo el joven esta preparado?
Simplemente cuando ya no tiene temor de perder su fe. En este caso, ya se ha generado una convicción, con la cual el cristiano puede compartir su fe, debatir y responder preguntas con confianza y seguridad en quién ha creído. Aquel joven tiene claro su primer amor: Dios por sobre todas las cosas. Al amar a Dios, aquel amor echa fuera todo temor, pues como dice la Biblia:
“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” (1 Juan 4:18)
El joven debe ser perfeccionado en el amor de Dios, pues en el amor no hay ningún temor. Pero, ¿Cómo amaré a quien no he conocido? Y es aquí en donde recién hemos llegado al verdadero problema de fondo: Los jóvenes universitarios que renuncian a su fe cristiana, lo hacen porque no amaron a Dios, pues nunca le conocieron, y por esta causa se alejan del Camino, pues nunca tuvieron convicciones que les afirmasen en su fe al momento de enfrentar argumentos ateístas o de diversas corrientes ideológicas anti cristianas.
El desafío esta puesto: Es el deber de las familias cristianas y de la Iglesia, la preparación de sus hijos y jóvenes para enfrentar el mundo de la universidad. Los líderes deben abrir espacios para enfrentar esta situación y poder afirmar a estos jóvenes, orientándolos y respondiendo a sus inquietudes de una manera convincente, para que ellos, a su vez, puedan llevar el evangelio a sus compañeros de estudio.
Para nuestra preparación existe muchos recursos que están a nuestro alcance, y entre ellos no quiero dejar pasar la oportunidad de la recomendación que nos hace Orlando Inagas, sobre este sitio, el cual tiene material bastante útil orientado precisamente a jóvenes estudiantes.
Líderes y padres: Prepárense para preparar a sus jóvenes, ya que ante tantas ideologías, la firmeza de la doctrina bíblica que ustedes le traspasen a sus jóvenes verán su fruto...
Joven: Si te has decidido a entrar al mundo de la educación superior, no importando cual sea el título profesional al que aspiras, siempre ten firme la profesión del evangelio:
“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.” (Hebreos 10:23)
Dios te bendiga.
Las preguntas del primer parrafo parten de una falsa premisa, que la universidad posee peligros a la fe cristiana.
ResponderBorrarEn realidad el miedo a prder la fe parte del creyente mismo y de las mismas comunidades cristianas.
La amenaza noi es la educacion, sino la falta de ella en las iglesias.
No solo en el ambiente universitario sino tambien en las congregaciones se debiera resirar un ambiente de reflexion y donde nuestros jovenes deben "ser entrenados para pensar y razonar, y a generar un grado de intolerancia hacia las respuestas sin fundamento; es decir, el “porqué sí” ya no es aceptable como una respuesta a las dudas de estas personas"
Luis
Cristo està dentro de nosotros, mientras asì sea, no hay por què temer
ResponderBorrarTe invito a visitar un post acerca de una misionera que acaba de morir (fue a fines del año pasado) por causa de Cristo. Se llama Gayle Willians y puedes encontrarlo en la secciòn ETERNIDAD de tigrero
Luis:
ResponderBorrarClaro, es justamente lo que decía, ya que el problema está dentro del estudiante que no tiene a Cristo como su fundamento. Es como una fe contruida sobre la arena.
Saludos!
Alí:
Gracias por tu visita, y sí, vi la noticia y aún en situaciones así de terribles - y como bien dices -, si Cristo está dentro de notrosos, no hay por qué temer.
El miedo desaparece aún frente a la muerte, y con la fortaleza que hay en un corazón entregado a Cristo, se hace la voluntad de Dios, aún en lugares en donde el evangelio está practicamente prohibido. Gayle Willians lo demostró, así como otros en toda la historia de la cristiandad.
Gracias, bendiciones!
Totalmente de acuerdo con esto, aquellos que se alejan dudo que alguna vez hayan amado a Dios, la universidad realmente no deberia ser una gran amenaza, sino una forma de re afirmar la Fe.
ResponderBorrarBendiciones Victor!!
Aproposito, mi Blog cambio de dirección ayer.
Gracias por este post mi querido Victor. Y pues es triste que algunos piensen que la universidad va a causar problemas en la vida de cada cristiano.Y tal como dice Luis, no le debemos de temer a razonar y pensar, es más, desde que son pequeños, se les debe enseñar a reaccionar así, y no consiste en dudar de la fe en Cristo, sino en cimentarla.Gracias a Dios por diferentes grupos que se forman dentro de las mismas universidades y que te ayudan a proseguir adelante cuando sólo tú eres el único con la fe depositada en Cristo. Me refiero a "Compañerismo Estudiantil" y me parece que el otro Grupo es "Navegantes".No tengo buen recuerdo ya, excepto por el primero que menciono porque estando en la universidad, yo acudía a un grupo de esos y traté de empezar a formar uno en mi propia escuela, pero con la carrera que elegí, ya llega el momento en que no se tiene tiempo libre, pero fue bueno todo.
ResponderBorrarNunca me conformé con una respuesta tal como la que mencionas y creo que debemos de hacer que nuestros jóvenes no se conformen con respuestas así, porque Cristo ¡es más que eso!
Saludos.
Lamentablemente es una frecuencia que el cristiano universitario modere su fe al punto de ser tibio.
ResponderBorrarGracias a la convicción que Cristo me dió, logre dar un testimonio claro en mi paso Universitario, donde el cristiano es irracional y el que hace un collage de creencias es el más sabio, ese es el modo de pensar en la esfera Universitaria.
Pero Dios nos llamó a ser esos que trastornan el mundo, o no colega Victor.
DIOS TE BENDIGA, pasa por ::CRISTOADICTO::
Saludos a los que comentaron antes que yo.
Muchas gracias por este post amado hermano. Es de gran bendición.
ResponderBorrarSu servidor, es un estudiante de educación superior, estudio la Licenciatura en Matemáticas en una facultad de ciencias... Así que ya se podrán imaginar... Una gran parte de las personas de aquí son ateas, otras simplemente creen a su modo, etc, etc...
Doy gracias a Dios, porque mis dos mejores amigos de la facultad, con quienes vivo, también son mis hermanos en Cristo, y juntos nos apoyamos. Pero la verdad es que no es fácil, los ataques, cuestionamientos, dudas surgen en todo momento y lo más importante es haber tenido un encuetro personal con El Señor, es decir, no haber sido "acostumbrados" a concurrir a una iglesia.
Nosotros nos convertimos al Señor siendo ya mayores, así que cada uno tiene su convicción, y para Gloria del Señor, por Su Gracia estamos firmes, aunque cada día se genera una batalla campal en contra de todas estas cosas. Sobre toda cosa, creo importante, una buena relación con Dios, que aprendamos a organizar nuestro tiempo, ya que otra de las cosas que hacen que los jóvenes "dejen el camino", es que en realidad, la falta de convicción, les puede hacer que las cargas de la universidad como tareas, etc,etc les quiten el tiempo de su relación con El Señor. La oración, la lectura, el ayuno, el congregarse, etc son cosas importantes para el joven cristiano.
El testimonio también juega un rol imporante, ya que mediante éste, las personas podrán ver si la Esperanza que en nosotros habita es "de pura lengua" o si es real. Para Gloria del Señor, digo lo sigueinte, que El Señor ha sido tan misericordioso con nosotros, que nuestros compañeros en la facultad lo notan, e inclusive, tras conversaar con ellos, compatir la palabra, etc algunos toman el concepto de "Cristiano" desde el punto de referencia de nuestras vidas, y por eso damos Gloria al Señor, porque nos ha permitido estar firmes, sin fluctuar, sin andar con cosas a medias, y que cuando cometemos algún error, para Gloria de Su Nombre nos reivindicamos.
La Gloria Sea Al Señor Jesucristo.
Dios les bendice amados hermanos. :)
Jorge:
ResponderBorrarQue bueno ver tu paso por acá, Dios te bendiga hermano.
Ya actualizé la dirección de tu blog, gracias por el aviso.
Isa:
Que bueno que nos comentas sobre tu experiencia en la universidad, sin duda, una buena oportunidad para cimentar nuestra fe en bases sólidas.
Un abrazo!
Shavy (Cristoadicto):
Claro que sí, somos los llamados a iluminar a los "sabios" compañeros de estudio. Gracias por compartirnos tu experiencia, y que bueno que hayas tenido la convicción de tu fe.
Bendiciones!
Hno. Huerta:
Bienvenido hermano!
Tambien te agradezco tu comentario basado en tu experiencia. El asunto del ateísmo efectivamente está bastante difundido en la educación superior. En mi reciente paso por aquella etapa, también noté como algunos incluso llegaban a burlarse de las cosas de Dios, entre docentes y alumnos. Sin embargo, igual se puede ser luz, solo que hay que tener un buen testimonio y una convicción cristiana a toda prueba.
Saludos!
Saludo colombiano y sinceramente cristiano:
ResponderBorrarBuen punto este que tratas aqui.. quiero agregar que La educación superior nunca será algo que aleje a Dios siempre y cuando el joven tenga clara su fe.. es que ser cristiano no prohibe conocer otros pensamientos y teorias porque volveriamos al oscurantismo de la inquicisión con elproposito de dominar la mente humana y someterla a los antojos de los gobernantes insensatos... o que de Salomon hombre sabio y letrado, matematico, filosofofo, arquitecto, teologo, y muchas cosas más,, Diosle dio inteligencia pero es discernir entre lo bueno y lo malo y tener claro en lo que se cree.... asi como otros defienden sus teoria defender la nuestra basada en argumentos y no en emociones... por lo demás todos estamos llamados a ser grandes seguidores de Cristo y prepararnos para sobrevivir en este valle donde todo tiene un precio. No es posible que se llame a padres no no im`pulsar a sus hijos a acceder a la universidad por puro fanatismo y ceguera espiritial, no podems encerrar en una caja de cristal a nuestros hijos, pero si formarlos en cristo, orar `por ellos y ponerlos en manos del que todo lo ve y el obrara con toda sabiduría.
Bendiciones y cuando puedas pasate por mi blog:
www.levantatusmanos.blogspot.com
Paula:
ResponderBorrarMuy bien dicho, totalmente de acuerdo!
He visitado tu blog, y ha sido muy agradable, espero siguas adelante.
Bendiciones desde Chile!
Las universidades son los verdaderos santuarios del saber y el conocimiento. Y allí más de un@ deja de llenarse la cabeza de pájaros divinos para poner los pies en el suelo y labrarse un destino (o no).
ResponderBorrarComprendo el miedo que tienen ciertas personas hacía las universidades, entre otras cosas porque allí es dónde realmente se dan las respuestas verdaderas a las cuestiones actuales y no parcheamos nuestras dudas con retales de testigos "no presenciales" (como los evangelios por ej.), en escrituras milenarias de otra sociedad, otro marco histórico, otras dificultades y otro nivel de alfabetización...entre otros.
Si por algunos fueren, se quemarían muchisimos libros...
Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.
ResponderBorrar11:10 Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.12:1 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;
En la Universidad se vive mucho saber y conocimiento, pero no todo el conocimiento. Hay conocimiento que se busca en el Espíritu. Y si podemos dominar ambas materias, como el apóstol Pablo, bienvenido sea!
ResponderBorrarSaludos a los nuevos estudiantes de este año, que Dios les bendiga y sean excelentes profesionales!
TIENE QUE HACER COMO HIZO jose, ester y maldoqueo,,esdra y nehemias,,daniel y sus amigos,,etc ,etc SEÑOREA EN ESE LUGAR,Y NO QUE EL LUGAR SEÑOREE SOBRE TI..
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