En todo cristiano no debería faltar el balance espiritual para medir en alguna manera nuestro caminar cristiano en el último año, pues ¿vamos bien en el camino?
Debemos ser capaces de mirar atrás y con una actitud autocrítica, descubrir lo bueno y lo malo de nuestra vida cristiana durante el 2008. ¿Cómo hacerlo? Debemos examinarnos a la luz de la Biblia.
En las Escrituras encontramos que es lo que debemos hacer y cómo debemos ser como verdaderos hijos de Dios. Ya lo decía el apóstol Pablo:
“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” (2 Corintios 13:5)
¿Estamos en la fe? ¿Lo estuvimos en el 2008?
Existen parámetros de la vida espiritual que se deben medir, como por ejemplo las buenas obras, la fe y el conocimiento de Dios.
Para medir nuestras obras, la escritura revela que Dios se contenta si nuestras buenas obras son mayores que las primeras.
“Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son más que las primeras.” (Apocalipsis 2:19)
Si no fue así, pues es mejor que empecemos a recordar lo que hacíamos antes y hacer aquellas obras:
“Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.” (Apocalipsis 2:5)
Por otro lado, el deseo de nuestro Señor es que crezcamos en el conocimiento de su palabra, que avancemos y podamos corregir toda creencia errónea.
“Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.” (2 Pedro 3:18)
Así como las obras y el conocimiento, hay muchas cosas más que se pueden medir de una manera cuantitativa y cualitativa. Sólo debemos recordar nuestro accionar, compararlo con las Escrituras y ver el resultado.
Hay quienes pudieron orar y ayunar más que antes, otros quizá superaron pecados y malas costumbres, o bien en el caso contrario, se incurrieron en cosas malas que antes eran impensables, o se ha disminuido la comunicación con Dios. Lo importante es que si estamos mal, debemos saberlo, y al saberlo, corregir nuestro rumbo con el arrepentimiento.
Estimado lector… espero que tu balance haya resultado positivo, y de esta manera, queda el desafío a superarse en el 2009. Si tu resultado es negativo, ya estas al tanto de las cosas que fallan y ya puedes superarlas. En mi caso, en este año tuve bajos en algunos puntos, y altos en otros. En general, fue un buen año; como nunca antes he seguido el ejemplo de los de Berea, cuestionando muchas cosas y comprobando a la luz de la Biblia si las cosas que creo son verdaderas o no. Y por cierto, descubrí un montón de cosas que se asumen en muchas iglesias, pero no son bíblicas… En fin, el 2008 fue un punto de partida para cosas que antes no pensaba, designios del Señor que con el tiempo conoceré el propósito final de aquellas cosas que estoy empezando.